El cuento:
Cuando entras a cualquier despacho de diseño, a cualquier salón de clase o agencia, es raro entrar y no ver por lo menos a un usuario que no tenga su chat abierto, varias ventanas abiertas, tecleando rápidamente, de hecho es “raro” el que no lo usa y es etiquetado de “negrero” el jefe que impide su uso.
Pero…¿por qué tal fascinación por esto?
Tanta información por procesar, tanto por hacer y tanto correr tratando de seguir el movimiento, tendencias, crecimiento y velocidad de nuestra profesión. Además de seguir contactando con nuestros amigos diseñadores, proveedores o familiares.
Es una forma de estar presente para muchos o de sentirse acompañado e inspirado.
Estar al día:
De acuerdo con un comunicado de Microsoft, “En el país existen 22 millones 960 mil cuentas de Messenger activas con un promedio de uso mensual de 507 minutos (casi nueve horas), contra los 330 minutos (casi seis horas) que se destinan en otros países; en lo que respecta a contactos, en México se tienen más de 95 contra menos de 80 de promedio en otros países”.
Esto sería el equivalente a un día laboral completo al mes: chateando.Casi el equivalente anual a una semana de vacaciones…chateando.
(La siguiente vez que pienses en pedir vacaciones a tu jefe, piensa en tu fascinación por chatear, ¿Qué no es ya una vacación pagada?)
El objetivo no es justificar estas cifras, sino solamente tomarlas como referencia (cada quien es consciente del tiempo que pasa conectado) del margen de distracción que como diseñadores podemos tener y los ecos que puede tener en la calidad de nuestras respuestas de diseño.
Un ejercicio:
Intenta contar el tiempo que pasas en el chat durante 2 horas, intenta cortar la siguiente hora concentrandote totalmente en tus tareas de diseño y nota que pasa…
¿Distraído? ¿Concentrado? ¿En donde está tu enfoque? ¿Cuántas veces usas el chat como herramienta de trabajo? y ¿Cuántas como sencillo entretenimiento?
Reflexión 01:
Medicina diaria
Si lo tienes abierto es más fácil que te encuentren… y si te encuentran es más fácil que te distraigas.
Cierra tu chat, cierra tu facebook, cierra tu twitter, abre tu cabeza y ¡concéntrate!.
Tampoco te martirices, premiate cuando termines un proyecto…
¿10-20 minutos por tarea terminada?
Reflexión 02:
Una diferencia que genera valor:
El diseñador ve la vida desde y por el diseño, el matemático ve la vida como un racional conjunto de números y respuestas, el ingeniero como un sistema de soluciones, el poeta ve la vida como poesía, pero, te aseguro que tu jefe (o tú como dueño) ve las soluciones de diseño como rentables o no rentables, ya sea en dinero o en calidad.
Un diferenciador entre tú y otro diseñador puede ser la concentración; ¿no te parece?
Reflexión 03:
Hasta cuánto es una necesidad, valora:
¿Qué de todo lo que hacemos diariamente plantea un cambio?
Algo deberías aprender todos los días…¿Qué haces para pensar a diario tus objetivos, tus metas, tus logros…?
¿Ustedes que opinan?
(Publicado en Foroalfa con el título: “El lado inútil de la distracción“)