A los triangulistas del mundo...
por sus pantalones y talento
A veces no tengo ganas de nada inteligente.
La estupidez humana me resulta entretenida. No precisamente en todas sus modalidades, pero estoy convencida hasta el espinazo, de que no hay nada en la vida mejor que reirse.
Reír es la manifestación sonora más pura de la felicidad.
Mucha gente podría decirme que la felicidad no tiene nada que ver con reírse, pero yo pienso; cuando sueltas una carcajada incontenible, de esas que salen desde lo más profundo del estómago –si es inoportuna, todavía mejor… como la risa de Messenger prohibido en horas de oficina-
O cuando te ríes tanto que lloras y te duele el estómago, que te duelen hasta los cachetes…
Cuando te pasa algo así se pierden todas las preocupaciones, los malos entendidos, los sentimientos no buenos; todo. Te inunda una felicidad avasalladora. Si si… puede que no dure mucho, pero es lo que trato de decir (aunque no se entienda)
Lo que quiero decir es que se rían…
1 comentarios:
Me da mil gusto leerte de regreso, siempre tan,tan... original, despreocupado al escribir, tan real, q te puedo imaginar hasta haciendo aspavientos, espero que tu salud este bien, uno no la valora hasta que la ve lastimada, te mando mucha buena vibra y te doy gracias por hacer sonreir con tus escritos.
Enhorabuena bienvenida y gracias.
Arturo.
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