totales.

Gracias por la risa, los abrazos y los besos.
Por enseñarme a cantar arriba de un escenario y creer que lo podía hacer.
Gracias por the cure, por fito y por charly.
Por los conciertos y las pizzas, por enseñarme que puedo llegar caminando a todos lados.
Por compartirme tu mundo y tus amigos, tu pasión por la música y el arte entusiasta.
Gracias por cuidar a mi tortuga y regar mis plantas.
por el tiempo, los mensajes, las llamadas, los correos...
Gracias por recordarme que el amor de verdad si existe (aunque duela y se acabe).
Por dejarme caminar contigo.

Hoy no puedo decir mucho.
Gracias. Beso. Auch.

El cielo se nubló conmigo.

No se porqué en depresión uno se esmera en deprimirse más.
Yo me esmero... o el mundo conspira para hacer de un mal día, el peor.

Hoy ha durado demasiadas horas.

Salí porque pensé que no querías verme, y de todas maneras no me fui.
Daba vueltas por la cuadra buscando dónde esconderme para verte llegar.
Después me escondí adentro. No llegaste. Te esperé y no llegaste.
Me fui con mi tristeza y traté de volver.
Subí y bajé las escaleras tantas veces.
Tantas.
No pude abrir.
No quería ver que tus cosas se fueran contigo.
De verdad traté pero era como si la puerta tuviera cerraduras nuevas... no pude abrir.

Pensé en simplemente no volver a entrar; no por ahora.
Pero en mi actitud positiva decidí enfrentar mi casa sin ti.

Tus cosas siguen aquí.

Traté de llamarte, escribirte... no pude.

Que tus cosas sigan aquí es demasiado. No quiero salir, para así poder verte cuando decidas venir por ellas. No puedo ponerle seguro a la puerta, porque si está cerrado por dentro, no vas a poder entrar. Quién sabe... sigo esperando que vengas y no te vayas nunca.

Sigo sabiendo que no va a pasar, pero no quiero.

Ojalá mañana esté soleado, sino, no quiero que el cielo y yo combinemos.

Albaro

Nunca he entendido por qué la tristeza duele físicamente.

Creo que nunca había hecho algo tan difícil.

Empecé a recoger tus cosas y no llevaba ni un minuto cuando me dio un ataque de tristeza/dolor incontrolable, de esos donde te quieres hacer bolita en el piso... no lo hice, me controlé. (sin dramas, cierto?)

Lloré más (como niña chiquita) me enderecé y seguí recogiendo. También seguí llorando, pero con todo el autocontrol que tengo, que no es mucho, pero lo puse todo.

Después de un rato, el autocontrol me parece estúpido. Quiero llorar como niña y estoy sola en mi casa, así que así lloro. Con lágrimas y suspiros y ahogándome un poco, con mocos y un dolor de cabeza horroroso. Lloro con un vacío en el estómago y náuseas.
Lloro y lloro porque estoy triste.
Porque te extraño ya.
Por que mientras iba recorriendo la casa buscando cosas tuyas me reía y me acordaba de ti y de cuánto te quiero y qué tan adentro de mi te tengo, luego a llorar; luego me enojaba, ahora mastico todo un poco.
Te amo tanto, pero a veces, eso no alcanza.
Y te amo y se acabó.

en el cuchuflí de la nevera

Hoy, como hace mucho no me pasaba, me pasé toda la tarde con mi mejor amiga. (ya hablamos del tema y sí, por más ñoño que parezca, tengo una, Y QUÉ?)

Entre muchas otras actividades nos dedicamos a decir estupideces, a arreglar el mundo y conquistarlo, a ganar concursos, a hacer películas y libros infantiles, a recordar y a agradecer/quejarnos de la vida que tenemos y de las personas que nos hacen ser como somos.

Un punto importantísimo en esta tarde, desde mi muy particular punto de vista, y del cual creo que nunca había escrito es: LOS HOMBRES NO SABEN BUSCAR!

A lo largo de mi corta vida, he aprendido que decir "ahí está" o "encima del deste" son errores míos.

Cuando un hombre te pregunta ¿dónde está ______________?
Uno debe contestar específica y detalladamente la ubicación del objeto que se busca:
Ej. En el segundo cajón de la cocina, atrás de los mantelitos, junto al encendedor anaranjado grande.
Ej. En la tercera bolsa de mi mochila que está en el sillón grande de la sala.

Una podría pensar que es suficientemente específica, pero no; nunca es suficiente.
Puedes dar coordenadas onda GPS y aún así, lo que se busca nunca será encontrado.

Ahí nace el famoso "si lo encuentro, qué te hago?"

Desgraciadamente esta pregunta no tiene una respuesta complaciente: NADA.



18 años

Una de las cosas que más disfruto de viajar, es volver.

Llegar a mi casitita, a mi vida bonita, a mi no trabajo (más bien, sí trabajo; no salario) mi tiempo y mi desorden es lo más lindo.
Volver a mi vida de todos los días... mi gente.

La parte difícil: empezar a volver.

Empacar (de regreso) es una tortura.
Siempre olvido algo o me doy cuenta de que no llevo "recuerditos" (Café y ron).

Después, el ritual de ir a casa de mi tía una noche antes de regresar; una cenita con el Dr. y luego de fiesta con los amigos.

Esa había sido mi rutina muchos años.
La trampa es que como me iba de fiesta, ya no tenía que despedirme de mis hermanos; entonces no sentía tan feo.

Esta fue la segunda vez que tuve que despedirme de ellos (eso fué hace 4 días) y sigo inconsolable.

Lo malo de volver, es despedirse.
Tengo 18 años yendo y viniendo y cada vez se siente peor.

Más les vale crecer pronto y venir a verme, más les vale volverse insoportables para así no quererlos tanto.

¡Los extraño puños par de idiotas!

Una canción

And there's something going on inside... makes you wanna feel makes you wanna try makes you wanna blow the stars from the sky, The Jesus & Mary Chain.


pff!