Yo me esmero... o el mundo conspira para hacer de un mal día, el peor.
Hoy ha durado demasiadas horas.
Salí porque pensé que no querías verme, y de todas maneras no me fui.
Daba vueltas por la cuadra buscando dónde esconderme para verte llegar.
Después me escondí adentro. No llegaste. Te esperé y no llegaste.
Me fui con mi tristeza y traté de volver.
Subí y bajé las escaleras tantas veces.
Tantas.
No pude abrir.
No quería ver que tus cosas se fueran contigo.
De verdad traté pero era como si la puerta tuviera cerraduras nuevas... no pude abrir.
Pensé en simplemente no volver a entrar; no por ahora.
Pero en mi actitud positiva decidí enfrentar mi casa sin ti.
Tus cosas siguen aquí.
Traté de llamarte, escribirte... no pude.
Que tus cosas sigan aquí es demasiado. No quiero salir, para así poder verte cuando decidas venir por ellas. No puedo ponerle seguro a la puerta, porque si está cerrado por dentro, no vas a poder entrar. Quién sabe... sigo esperando que vengas y no te vayas nunca.
Sigo sabiendo que no va a pasar, pero no quiero.
Ojalá mañana esté soleado, sino, no quiero que el cielo y yo combinemos.
0 comentarios:
Publicar un comentario