Hoy decidí empezar a escribir de nuevo.
Estoy a pocos días de hacer algo que he querido hacer durante mucho años... tantos, que ya ni siquiera sabía que lo quería hacer.
Todo en realidad se resume a un viaje. El mío.
Crecí entre muchas casas, entre muchas vidas. Crecí (porque ya soy grande) entre muchos libros, hospitales, olores e historias (supongo que como casi todo mundo) lo único peculiar es que entre todas estas cosas también hay un mar.
Nací del lado derecho de una isla dividida en el caribe y empecé a crecer... después brinqué a tierra firme y aquí he crecido todavía más. Ahora es tiempo de regresar a ese pedacito de tierra con olor a sal.
Desde el día en el que estuve segura de dejar mi vida de aquí para ir a buscar una nueva, se me han ido llenando las manos de letras y la cabeza de más cosas que quiero escribir.
Nunca he escrito por ninguna razón oculta o profunda, escribo para ir vaciando mi cabeza porque a veces siento que ya no le cabe nada y entonces me da migraña. Simple cuestión de almacén.
Estos días he pensado muchas cosas (de esas que no tienen trascendencia) como ¿por qué a los ataúdes de los hombres les ponen flores? La mayoría de los hombres que conozco no se fijan en esas cosas ¿por qué no poner mejor una caja de herramientas y un guante de beisbol? Un tequila, unos discos, libros, fotos... no sé.
También pensé que no hay mejor motivación para salir a correr que cenar pizza... el remordimiento debería usarse más en la publicidad (o por lo menos usarse mejor)
Pensé en los efectos que tiene sobre mí la música y lo mucho que me gusta cantar; en las vidas tan horribles que tuvieron muchas de las grandes y que tal vez sólo con ese tipo de vida se puede hacer música que te haga llorar.
Me di cuenta de que casi no tengo recuerdos... conozco las historias del pasado y tengo fotos que me explican como eran las cosas, pero no los recuerdos (no sé si esto tiene mucho sentido).
En fin. Se me pasan los días y se me pasan las historias. Sigo en esta vida que estoy cerrando y aún no estoy del lado de la nueva así que no sé bien para donde hacerme.
Sólo estoy dejando que los días avancen y que el tiempo camine (cosa que me vuelve verdaderamente loca -el tiempo es tema aparte).
Mientras pasan los días. Aquí dejo mi viaje, para que cuando no me acuerde, tenga algo que me cuente como era este momento.
Hoy es mi día -15... Empiezo a contar.
El viaje del elefante (no el de Saramago)
Publicado por
Margott
on 10/5/14
Etiquetas:
Del viaje del elefante
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