Siguiendo el sabio consejo de mi madre ahora tengo un putazo tamaño XXL en la pierna (choqué con un sillón y una mesa) con estilo, claro.
No entiendo cómo logré perder mi pijama.
Normalmente pierdo la paciencia (sobre todo en la oficina), la decencia... que igual debería perderla más y más seguido -estúpida moral difícil de distraer-
Pierdo también el equilibrio, La bolsa (tantas veces), LAS LLAVES, hasta la memoria (en ocasiones etílicamente propicias... y también en cualquier otro momento...)
pero, la pijama?
¿quién pierde la pijama?
Al parecer yo.
Hoy, sin pijama, pero siempre, SIEMPRE con estilo...
Esto lo escribí no sé cuando... hace poco, supongo pero estaba perdido en mi cuaderno...
Quisiera recordar cuándo perdí mi pijama... Sigo sin ella.
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